El Sindicato Nacional de Personal de Vuelo de la Aviación Civil (SNPVAC), que convocó una huelga de tripulantes de TAP, afirmó hoy que la adhesión fue total, hasta cerca de las 8h30, y que sólo salieron vuelos de servicios mínimos o de Portugália.
«El balance es prematuro, una operación de TAP empieza sobre las 05:30 de la mañana, lo que sabemos hasta ahora es que no salió ningún vuelo que no fueran los servicios mínimos o Portugália, hasta ahora la adhesión es total», dijo a Lusa el presidente del SNPVAC, Ricardo Peñarroias, en el aeropuerto de Lisboa, cuya operación, a primera hora de la mañana, funcionó dentro de la normalidad.
TAP ya había cancelado 360 vuelos en los dos días de huelga y también había dado a los clientes la posibilidad de cambiar sus reservas gratuitamente.
Preguntado por posibles negociaciones con la empresa para evitar la programación de más jornadas de huelga hasta el 31 de enero, como ya anunció el sindicato, Ricardo Peñarroias dijo que aún no había habido ningún contacto de TAP en este sentido, pero reiteró la disponibilidad del sindicato para el diálogo.
«Siempre estamos disponibles, pero celebrar reuniones para traer un puñado de nada, o para volver a andar intercambiando banderines después, no merece la pena. Esperamos a la dirección, […] cuando quiera pedir reunirse con nosotros, estamos totalmente disponibles», dijo el dirigente sindical, señalando que lo que se necesita de TAP «es una posición proactiva» para dialogar «de forma constructiva».
Los tripulantes de TAP inician hoy la primera de las dos jornadas de huelga convocadas por el Sindicato Nacional de Personal de Vuelo de la Aviación Civil (SNPVAC), ante la falta de acuerdo en las negociaciones del nuevo convenio de la compañía.
Los tripulantes de TAP decidieron el martes mantener la huelga y aprobaron también la programación de al menos cinco días más de paros, hasta el 31 de enero.
En la moción votada el martes en la asamblea general de afiliados, el SNPVAC consideraba que «TAP prefería ‘pagar para ver’ los efectos de la huelga, en lugar de devolver a la tripulación lo que unilateralmente les había quitado».
Por su parte, la presidenta ejecutiva de TAP, Christine Ourmières-Widener, dijo lamentar la decisión del sindicato y se mostró dispuesta a intentar encontrar soluciones para evitar nuevos trastornos.
TAP y los sindicatos están negociando actualmente la revisión del Convenio de Empresa (CA) como parte del plan de reestructuración.
TAP propone recortes salariales y horarios de trabajo más flexibles, entre otras medidas.
Descontentos, los tripulantes de TAP decidieron, en una asamblea general de urgencia del SNPVAC celebrada el 3 de noviembre, ir a la huelga los días 8 y 9 de diciembre, y «rechazar de plano la propuesta de nuevo Convenio de Empresa (CA)» presentada por la compañía aérea, que consideran «absolutamente inaceptable y manifiestamente reductora».
Los miembros de la tripulación quieren que el actual convenio de empresa sea el punto de partida y la base de cualquier negociación futura.